jueves, 13 de agosto de 2009

Mis Comienzos...(III)

Ya estoy de vuelta, y tras un mesecillo en la patria seguimos contando desde este modesto blog, la hístoria de mi carrera periodístico-estudiantil. Aquél verano de segundo de periodismo pasaría a ser mi primer verano en Madrid.

Un verano espectacular, ya que con apenas 19 años tuve que trasponer todo para irme a Madrid durante 3 meses -recuerdo incluso que ese verano pisé la playa sólo en dos ocasiones, algo que para alguién de Cádiz es un delito-.


En la 9ª Planta del Edificio Bronce se sitúa el gabinete de comunicación de la FEB, (También la FEB tiene la 8ª para temas de marketing y otros asuntos más serios). Pues en ese pequeñito salón se encuentran los que son hoy mis maestros en la FEB, Enrique Cuevas, Fernando Álvaro, Dario Quesada, Marcos Prieto y sin olvidar al "Maestro Jedi" Roberto Hernández. El primer tramo de mi estancia en Madrid lo llevé bastante bien, conviviendo en una residencia con gente de distintos sitios de África.


Y hablo de primer tramo, ya que a las dos semanas allí, el DirCom de la FEB, Miguel Gallardo, me envió para cubrir la concentración de la Selección Senior en San Fernando, por lo que, con Cámara en Mano, me fui a cubrir los entrenamientos y a realizar las entrevistas a los que hasta hace poco tiempo les pedía hacerse una foto conmigo.


Dos semanas de concentración, comiendo en una mesa a pocos metros de los Campeones del Mundo, e incluso compartiendo una escena con el jefe de prensa de la Selección, Roberto Hernández, que junto a aquí el amigo, y los dos hermanos Gasol, nos metimos en un ascensor para poder sacarlos del pabellón de Chapín tras un partido contra Venezuela.


Fue un verano lleno de emociones y de alegrías, de satisfacción, también el día 25 de agosto será recordado para mí, ya que durante una semana de estancia en Puerto Real firmé con el CV Puerto Real como Jefe de Prensa del Club. El resultado tras 2 años es ya sabido por la mayoría, el equipo en Superliga.

Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay quienes luchan toda la vida, ésos son los imprescindibles.

Bertold Brecht